CLASES TUTORIA 1 7-11 NOVIEMBRE 2022
Inteligencia Emocional
Clasificación de inteligencia emocional de Goleman
Goleman afirma que inteligencia emocional es un término incluye grandes tipos:
La Inteligencia Personal.
La Inteligencia Interpersonal.
Inteligencia Personal
Está compuesta a su vez por una serie de competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con nosotros mismos. Esta inteligencia comprende tres componentes:
- Conciencia en uno mismo: es la capacidad de reconocer y entender las propias fortalezas, debilidades, estados de ánimo, emociones e impulsos, así como el efecto que éstos tienen sobre los demás y sobre el trabajo.
- Autorregulación o control de sí mismo: es la habilidad de controlar nuestras propias emociones e impulsos para adecuarlos a un objetivo, de responsabilizarse de los propios actos, de pensar antes de actuar y de evitar los juicios prematuros.
- Auto motivación: es la habilidad de estar en un estado de continua búsqueda y persistencia en la consecución de los objetivos, haciendo frente a los problemas y encontrando soluciones.
Inteligencia Interpersonal
Al igual que la anterior, esta inteligencia también está compuesta por otras competencias que determinan el modo en que nos relacionamos con los demás:
- Empatía: es la habilidad para entender las necesidades, sentimientos y problemas de los demás, poniéndose en su lugar, y responder correctamente a sus reacciones emocionales.
- Habilidades sociales: es el talento en el manejo de las relaciones con los demás, en saber persuadir e influenciar en los otros.
Empatía, mucho más que ponerse en el lugar del otro
La empatía es una de las competencias más importantes de las que están incluidas en la inteligencia emocional. La palabra procede de los vocablos griegos en que significan “dentro de él” y “lo que se siente”. Sin embargo, el significado real de este fenómeno psicológico es aún más importante que la capacidad de ponerse en el lugar de otro.
¿Qué es la empatía?
La empatía es la capacidad de comprender la vida emocional de otra persona, casi en toda su complejidad. Esto no supone necesariamente compartir las mismas opiniones y argumentos que justifiquen el estado o reacción que expresa la otra persona. Ni siquiera significa estar de acuerdo con el modo de interpretar las situaciones con carga afectiva del interlocutor.
La empatía está referida entre otras cosas a la escucha activa, la comprensión y el apoyo emocional. Además, la empatía implica tener la capacidad suficiente para diferenciar entre los estados afectivos de los demás y la habilidad para tomar perspectiva, tanto cognitiva como afectiva, respecto a la persona que nos expresa su estado emocional.
Sus componentes
Quizá en algunas ocasiones no te has sentido escuchado por falta de feedback, apoyo o comprensión. En otras muchas ocasiones, quizá sientas que no has sabido atender adecuada y empáticamente al estado emocional de la otra persona y te preguntes: ¿Qué necesito o debo hacer para ser más empático?
Fundamentalmente, los componentes de la empatía son los siguientes:
1. Saber escuchar
Presta atención a lo que explica o argumenta la otra persona, atiende a las manifestaciones no verbales, como sería en el caso de los gestos que se corresponden con el estado de ánimo que se verbaliza y no interrumpas el discurso verbal.
Además, reflexiona sobre lo que la otra persona te está comunicando, expresa señales de seguimiento activo a modo de feedback: mira a la cara, asiente con la cabeza o refleja expresiones faciales congruentes con aquello que te está explicando la otra persona.
Por otro lado, es necesario mostrar interés preguntando detalles sobre el contenido de la conversación.
2. Interpretar las señales no verbales
Comprende los mensajes transmitidos de carácter paralingüístico, tales como la entonación, el tiempo de respuesta, el volumen…
3. Mostrar comprensión
Podemos mostrar comprensión congruente a aquello que nos explican a través de frases como:" Comprendo que actuases así". "Entiendo cómo te sientes". "La verdad es que debiste pasarlo genial"…
No se deben invalidar, rechazar o juzgar las emociones de la persona que las expresa ya que esta es una premisa fundamental para mostrar sensibilidad empática.
4. Prestar ayuda emocional si es necesario
Es importante preguntar siempre a nuestro interlocutor si necesita algún tipo de ayuda. Sin embargo, en muchas ocasiones con el simple hecho de escuchar activamente al otro le permitimos “ventilar” y gestionar su estado emocional. De esta forma siente alivio por tener un oyente confiable a quien transmitir sus emociones.
Cuando la persona que escucha empáticamente ha vivido una situación emocional semejante a la que se está expresando, el proceso comunicativo es más fluido, ya que se produce una mayor sintonía emocional.
¿Para qué practicarla?
La empatía, como habilidad de la inteligencia emocional, es importante porque posibilita experimentar diferentes beneficios.
- Permite disfrutar de relaciones sociales participando más con el grupo de amigos, compañeros o familiares.
- Ayuda a sentirse personalmente mejor.
- Facilita la resolución de conflictos.
- Predispone a ayudar a los demás y compartir.
- Aumenta el carisma y el atractivo.
- Permite ser más respetuoso.
- Desarrolla capacidades de liderazgo, negociación y colaboración, así como ser mejor considerado por los demás.
¿Cómo cultivar la empatía?
Practicar la empatía nos ayuda a ampliar nuestras perspectivas y con ello a enriquecer nuestro mundo con nuevas ideas, puntos de vista y oportunidades.
Es una habilidad social clave que, como ya hemos visto, nos permite escuchar mejor, comprender y formular mejores preguntas, tres aspectos fundamentales de una buena comunicación. Además, es una de las bases para construir relaciones sólidas y enriquecedoras..
1. Pregunta y muestra interés
Empieza cualquier encuentro o conversación con preguntas abiertas y personalizadas: ¿Cómo estás? ¿Qué tal en el trabajo? ¿Qué tal te va el proyecto que empezaste? ¿Cómo han ido las vacaciones?
Mostrando cercanía e interés por la otra persona, deja espacio para que se abra y simplemente recibe.
2. Lee guiones de teatro
Lee guiones de teatro y céntrate en un personaje. Busca en el texto lo que hay más allá de las palabras; La historia personal, experiencias previas, los miedos que esconde, sus deseos e ilusiones, las emociones que están a flor de piel…
3. Elige a una persona
Elige a una persona al azar e intenta averiguar a través de su comunicación no verbal lo que la mueve (emoción y pensamiento) a hacer lo que hace y cómo lo hace. Un buen momento para llevar a cabo este ejercicio es en el transporte público, en una cafetería… Estos lugares son ricos en escenas ya que pueden servir para poner en práctica la empatía.
Los 10 rasgos de empatía
10 rasgos característicos (hábitos, actitudes y conductas) propias de las personas que tienen una empatía muy desarrollada.
1. Son más sensibles que el resto de personas
Los individuos empáticos son desprendidos, abiertos a las nuevas experiencias, amables y buenos ‘escuchadores’. Son personas atentas y saben transmitir estas buenas sensaciones al comunicarse con los demás.
Siempre están dispuestos a ayudar y a ofrecer un hombro donde llorar. Pero también se pueden sentir heridos y ofendidos con una pasmosa facilidad. Son personas muy sensibles, hasta el punto de ser verdaderamente susceptibles en algunos casos.
2. Los empáticos “absorben” las emociones de los demás
Las personas con alta empatía se sienten influidos por las emociones y el humor de otras personas. Para bien o para mal.
Son capaces de sentir lo que otros sienten de forma más vívida que el común de las personas, y esto en ocasiones puede ser una losa difícil de superar. Si están cerca de alguien ansioso o estresado, les cuesta horrores que su mente no emule esas actitudes. Por suerte, también se contagian de las emociones positivas.
3. Suelen ser introvertidos
En un artículo de hace unos meses hablamos sobre la diferencia entre las personas introvertidas y las extravertidas. En el caso de las personas empáticas, se suele dar la circunstancia de que suelen mostrarse bastante introvertidas. No disfrutan demasiado de las fiestas multitudinarias, sino que prefieren los grupos pequeños o ir a tomar café con un solo amigo.
Incluso entre los sujetos empáticos que se muestran más abiertos a ir a fiestas y a sitios con mucha gente, suelen ser cuidadosos y prefieren moderar mucho la cantidad de tiempo que pasan en este tipo de ambientes.
4. Son más intuitivos que la media
Los empáticos perciben el mundo a través de su intuición. Les gusta desarrollar su intuición y hacen caso a sus corazonadas de forma habitual. Esto les permite rodearse de gente positiva y zafarse de aquellos que puedan alterar su equilibrio emocional.
5. Les gusta pasar tiempo a solas
Son personas muy sensibles y suelen afectarse si están durante mucho tiempo escuchando y ayudando a los demás. Por esta razón, necesitan periódicamente estar solos para poder volver a su equilibrio emocional.
6. Pueden sobreprotegerse a sí mismos en las relaciones sentimentales
Vivir en pareja puede ser complicado para una persona empática, y hasta pueden desarrollar Filofobia o manifestaciones parecidas. Evitan enamorarse de alguien para no tener que sufrir después si la cosa no va del todo bien.
Pueden sentir miedo a ser engullidos emocionalmente por su pareja. Necesitan redefinir su concepto de relación amorosa para poder tener relaciones positivas y felices.
7. Son presas fáciles para los vampiros emocionales
¿Has oído hablar de los vampiros emocionales? Son esas personas que tienen la mala costumbre de descargar toda su negatividad en otras personas, a las que “succionan” su energía para poder seguir en su espiral de fatalismo, rabia y resentimiento.
Las personas empáticas pueden sufrir especialmente los efectos de tener a un vampiro emocional cerca, puesto que son especialmente vulnerables a todos los malos sentimientos que transmiten esos individuos.
8. Se sienten muy a gusto en contacto con la naturaleza
Las obligaciones y el estrés de las rutinas diarias nos afectan a todos, pero especialmente a los hombres y mujeres empáticos. Suelen desconectar y recargar pilas cuando están rodeados de naturaleza: subiendo montañas, disfrutando de una playa soleada o simplemente paseando por un prado verde.
9. Tienen las sensaciones a flor de piel
Las personas empáticas son más sensibles en general. Pueden sentirse muy mal ante entornos ruidosos, o cuando notan que hay mucha tensión en el ambiente
.10. Son buenas personas, incluso en detrimento de su propio bienestar
Los individuos empáticos son buenas personas: tienen un gran corazón y se preocupan sinceramente por los demás. Se sienten mal cuando ven a alguien sufrir en la calle, y no pueden evitar atenderles para intentar mitigar su dolor.
Aunque es una virtud innegable, lo cierto es que las personas empáticas pueden ir demasiado lejos y obsesionarse con lidiar con los problemas de los demás, y sentirse frustradas o desconcertadas si no consiguen resolver sus problemas.
Gestionar la empatía
Las personas empáticas, como hemos visto, tienen una serie de virtudes que vienen asociadas a otros problemas para su bienestar emocional.
Existen técnicas que pueden ayudar a estas personas a gestionar su personalidad y no verse muy dañados por su sensibilidad. Controlar el tiempo y la agenda, establecer límites con las personas que necesitan ayuda y hábitos como meditar y practicar Mindfulness pueden devolverles el bienestar psicológico.
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